El Camino de Santiago es una de las rutas más conocidas y populares de Europa. Por eso no es de extrañar que cada vez más, un mayor número de peregrinos decidan hacerlo en bicicleta. O, mejor dicho, bicigrinos, así es como se les denomina a aquellos que deciden hacerlo sobre dos ruedas.
Las ventajas de hacer el Camino de Santiago en bicicleta son muy variadas. Tendrás la opción de desviarte de la ruta para conocer las proximidades. Dispondrás de más tiempo para conocer cada uno de los pueblos al final de cada etapa. Podrás recorrer diariamente más kilómetros si lo prefieres…
¿Qué ruta elegir para hacer el Camino en bicicleta?
Las rutas más frecuentadas por bicigrinos primerizos son el Camino Francés y el Camino Portugués.
Ambas tienen gran variedad de servicios e infraestructuras, y no disponen de grandes desniveles. Y lo más importante, cuentan con buena señalización y servicios específicos para ciclistas. Además, el Camino Portugués en su variante por la Costa coincide con la ruta Eurovelo 1, lo que la convierte en una de las mejores alternativas para hacer el Camino de Santiago en bici.
Por tanto, si es tu primera vez, o no estás acostumbrado a hacer grandes rutas en bicicleta creemos que es mejor que descartes el Camino Primitivo o el Camino del Norte. Tienen paisajes increíbles, pero su orografía y grandes desniveles pueden hacer que no disfrutes al al 100% de la aventura.
Ya he elegido mi camino, ¿y ahora?
Has de saber que, si quieres obtener la Compostela, es necesario haber recorrido los últimos 200 km de cualquiera de las rutas oficiales y presentar tu Credencial debidamente sellada. Las bicicletas eléctricas quedan excluidas según la Oficina del Peregrino, aunque rara vez se lleva a cabo una comprobación.
Para organizar tu camino deberás prestablecer los kilómetros diarios que quieras recorrer. Lo habitual es hacer una distancia entre 50 y 60 kilómetros al día. Por supuesto, se trata de una cifra orientativa que siempre dependerá de la forma física de cada persona. En SienteGalicia te ayudaremos a dividir las etapas de forma que mejor se adapte a tus circunstancias. Además, seleccionaremos para ti los mejores alojamientos bike friendly que cuenten con un lugar seguro donde guardar tu bicicleta, e incluso lavarla al final de la jornada.
Preparación
Antes de emprender el Camino es fundamental prepararse adecuadamente. Si no tienes experiencia es recomendable comenzar a entrenar al menos unos tres meses antes de la fecha de inicio. Realiza paseos aumentando gradualmente la distancia y la intensidad, por diferentes tipos de terreno. Para empezar, lo ideal serían unos 30 km en cada salida y con desniveles. Además, reforzar la musculatura del tren inferior y la zona media te ayudará a proteger tus articulaciones y disfrutar más del camino.
Para esta aventura, las bicicletas más recomendables son las de gravel o las de montaña. Las primeras, son similares a las de carretera, pero están adaptadas para circular por tramos sin asfaltar.
Tu bicicleta y tú seréis inseparables en esta experiencia. Asegúrate de hacer una buena revisión antes de empezar, así como de llevar algunos imprescindibles: un par de cámaras de repuesto o kit de pinchazos, alguna herramienta básica…
Equipación
Necesitarás casco y ropa de ciclista. Lo ideal es un maillot, un culotte con protección y un chaleco reflectante. La ropa holgada puede enredarse en tu cadena y hacerte pasar un mal rato. Respecto al calzado, si estás habituado a utilizar calas, será la mejor alternativa. Si no, elige un calzado que te permita comodidad y que no resbale. También podría resultarte útil, en función de la temporada: un cortavientos, un impermeable, guantes para la bici, crema solar y gafas de sol deportivas.
Equipaje
Si quieres disfrutar del Camino en bicicleta con la mayor comodidad y solo ocuparte de pedalear, lo mejor es llevar organizado el traslado de mochilas. Llegarás a tu alojamiento al final de cada etapa y tu mochila estará esperándote, sin necesitad de cargar más peso a tu bicicleta. En este caso, será recomendable llevar contigo una pequeña mochila con lo básico que puedas necesitar: documentación, un poco de dinero, teléfono móvil, algo de comida…
Si por el contrario, prefieres llevar el equipaje en la bicicleta tienes dos opciones: alforjas o bike-packing. Las alforjas irán colocadas sobre la rueda trasera, y el peso deberás repartirlo de manera equilibrada para no desestabilizar la bicicleta. Si te decides por el bike-packing, hay diferentes tipos de bolsas que podrás usar para ello (bolsas de cuadro, de manillar, de sillín…).
Durante el Camino
La alimentación e hidratación será parte importante de tu camino en bicicleta, tanto antes, como durante y después de cada etapa. Es recomendable llevar alguna bebida isotónica o sales minerales en tu bidón, así como barritas energéticas o geles. Esto te garantizará estar hidratado y con energía en todo momento.
Deberemos calentar los músculos antes de empezar la jornada. Y al finalizar tomarnos un tiempo para hacer estiramientos y así evitar, en la medida de lo posible agujetas y contracturas para al día siguiente seguir con normalidad.
Por último, procura hacer descansos cuando te lo pida el cuerpo. El número y el tiempo dependerá de cada uno, así que rueda a un ritmo que te permita pedalear de forma cómoda.
Con una preparación adecuada y siguiendo estas recomendaciones podrás disfrutar de una manera única del Camino de Santiago en bicicleta. ¡Buen Camino bicigrino!
Muchas gracias por el artículo